Revélame tu encanto, niño de ojos pardos
y cuéntame el secreto, la dulzura de tu
voz
Dime de dónde tú vienes
Si, de veras, te manda Dios
Si tu voz es el canto de algún sueño
Si tus manos son la brisa
o si un otoño tu canción
Yo dejaré que tú seas mi ángel
Que vestido de encanto tú guardes mi vida
Y haré de tus días los mejores ocasos
De tus noches y ensueños la dulce pasión
Pero dime de dónde tú vienes
Dime de dónde tu cálida voz
Guardaré mi temor dónde no puedas verlo
dormido en mi alma para oír tu canción
Mis manos serán como seda en tu cuerpo
y mis besos la miel de la mágica flor
Mi ser será tu alimento…
y la piel de mi alma tu eterno calor
Pero dime “mi ángel” de dónde tú vienes
Pero dime de dónde “mi niño” tu voz